FiestasBlog
Galletas caseras y café, una dulce celebración
La galleta casera es una deliciosa excusa para dejar que el aroma a mantequilla fresca invada las mañanas, las tardes y esas pausas improvisadas que todos merecemos. Hoy, junto con el café, celebra su día.

Karla Medina

Si hay algo que caracteriza a la galleta es su versatilidad: puede ser un snack de oficina, un postre para acompañar tu bebida favorita o un regalo espontáneo para alguien especial. Y hoy, que se conmemora el Día del Café, esta crujiente y delicada creación se convierte también en protagonista y en la excusa perfecta para dejar que el aroma a mantequilla fresca invada esas pausas improvisadas que todos merecemos.
De chocolate, vainilla, avena, nueces, café, las galletas pueden prepararse con una infinidad de ingredientes. Su encanto está en que no solo se comen: se comparten y se recuerdan con los sentidos. Son las galletas de la abuela, las que se hornean con la familia y amigos o las que se compran en una pequeña pastelería de nuestro barrio.
Las galletas, tal como las conocemos en casa, tienen raíces antiguas. Según el portal www.britannica.com, los primeros preparados surgieron en la región persa (actual Irán) y en el mundo islámico en la Edad Media como pequeñas tortas dulces hechas para probar la temperatura del horno. De ahí, las técnicas y las recetas se difundieron a Europa, en donde se popularizaron en los siglos XIII y XIV y se adaptaron con ingredientes locales (harinas, azúcares y especias).
El término en inglés cookie procede del holandés koekje (‘pequeño pastel’); en español se emplea galleta para referirse a estas piezas horneadas, muchas veces caseras. En la actualidad, la galleta casera es un archivo de recetas y tradiciones familiares en todo el mundo.

Por ello, hoy también conmemoramos el Día de la Galleta Casera y no es solo una fecha en el calendario: es una invitación a saborear y a celebrar la creatividad de quienes hornean con el corazón. Y si hablamos de celebrarlo, nuestra ciudad tiene rincones con estilo donde este dúo —galleta y café— brilla con fuerza.
Aquí te proponemos una ruta sensorial —con algunos establecimientos en Guayaquil— para rendir homenaje a este maridaje perfecto:
- El Galletero (@elgalletero.ec)
Con locales en Urdesa y Kennedy, este lugar es un viaje directo a la infancia. Sus galletas, que parecen salidas de la cocina de la abuela, maridan de maravilla con un buen latte. - Bakehouse (@bakehouseec)
Sus cookies estilo neoyorquino son perfectas para acompañar un capuchino. Con establecimientos en el Policentro y Mall del Sol, este espacio es una parada obligatoria para un galletalover. - Mercadorosa Café (@mercadorosacafe)
Ubicado en Samborondón, en el C. C. Las Terrazas, ofrece café de especialidad y repostería artesanal. El ambiente acogedor y estético lo convierte en un spot perfecto para una linda tarde. - Dulcería La Bonbonnière (@dulcerialb)
Clásico de clásicos en Guayaquil. Ubicado en Los Ceibos, su carta incluye cafés con estilo europeo y delicadas galletas en un ambiente que mezcla elegancia y tradición. - Dipping Cookies (@dippingcookies)
Su concepto cookie & coffee shop está en Samborondón, Los Ceibos y vía a la costa. Aquí el plan es probar galletas rellenas y untarlas en café, haciendo del ritual una experiencia lúdica y deliciosa. - Cafelatte (@cafelatteec)
Ideal para quienes buscan un lugar moderno y relajado. Su menú de cafés acompaña de maravilla la variedad de galletas caseras que ofrecen en el día a día.

Karla Medina
Comunicadora social con 14 años de experiencia en medios, dedicada a contar historias sobre arte, cultura y buena gastronomía. Amante de la repostería y la creatividad, busca mostrar las voces y rincones que enriquecen la vida.