FiestasPlatos Ecuatorianos
Sabores dulces y refrescantes: las delicias que conquistan el paladar de locales y visitantes
Son recetas que han pasado de generación en generación, tesoros que se sirven en vasos o se envuelven en papelitos de colores, y que en octubre saben mejor porque acompañan el orgullo de celebrar la Independencia.

Karla Medina

Durante sus fiestas, la Perla del Pacífico no solo se distingue por la variedad de platillos típicos que tiene, sino que también lo hace por sus bebidas y dulces, que despiertan la memoria y el paladar y nos hacen volver a esa infancia en la que íbamos en familia por un buen morocho, unos higos con queso o unos pristiños recién salidos del fuego.

El morocho es, sin duda, uno de los consentidos por propios y extraños: una bebida caliente o fría espesa hecha a base de maíz morocho, leche, canela y pasas que se disfruta caliente, tibia o fría -depende del gusto de cada quien-, perfecta para las noches frescas de fiesta.
Otra bebida que conquista el paladar es el rompope, que -si bien se consume en época navideña- también toma protagonismo en el mes de octubre, como una buena oportunidad para deleitar a los turistas que visitan la ciudad. Con su mezcla de leche, huevo, azúcar y un toque de licor, se convierte en un clásico de brindis casero.

En las fiestas de Guayaquil, el chocolate con leche es ese abrazo cálido que conquista el paladar y no se puede quedar por fuera. Preparado con cacao fino de aroma, hervido con leche y endulzado al gusto, se convierte en la bebida perfecta para compartir en familia o entre amigos. Su sabor intenso refleja la tradición chocolatera del Ecuador y añade un toque de dulzura a la celebración octubrina.

La tradición que endulza paladares
En estas fechas, los dulces no pueden pasar desapercibidos. Por ejemplo, estos anillos crujientes de masa frita bañados en miel de panela llamados pristiños se roban las miradas y conquistan el paladar.

Dorados, crujientes por fuera y suaves por dentro, se disfrutan recién salidos del aceite, los churros son el antojo perfecto para endulzar la celebración. Espolvoreados con azúcar y canela, se pueden acompañar con manjar, chocolate o ambas delicias.
A esta lista se suma el dulce de higos con queso, una receta muy popular que se consume en las tardes y se los puede acompañar con pan caliente y la bebida de tu preferencia. No menos entrañables son los huevitos de faltriquera, pequeñas bolitas de yema de huevo y azúcar glaseadas, que suelen aparecer en las ferias y en las reuniones familiares, evocando la ternura de la tradición guayaquileña.

Cada bocado y cada sorbo guardan una historia. Son herencias de abuelas, recetas de barrio y sabores que no pasan de moda. En octubre se multiplican en cocinas, carretillas y pastelerías, recordándonos que la identidad guayaca también se saborea.

Karla Medina
Comunicadora social con 14 años de experiencia en medios, dedicada a contar historias sobre arte, cultura y buena gastronomía. Amante de la repostería y la creatividad, busca mostrar las voces y rincones que enriquecen la vida.