Fiestas
Una receta popular por el Día Internacional de la Empanada
Sin duda, la mejor manera de disfrutarlas es con las manos. Sin embargo, si te interesa conocer cuál es la favorita entre los ecuatorianos, el chef Francisco Larco nos brinda una respuesta clara y además comparte su receta especial.
María F. Salas
Con su masa crujiente y relleno sabroso, la empanada ha conquistado paladares alrededor del mundo y se ha convertido en una verdadera joya gastronómica. Desde Argentina hasta México, pasando por España y Colombia, se presenta en una diversidad de formas y sabores que reflejan la riqueza gastronómica de cada región. Ya sea rellena de carne, pollo, pescado, vegetales o incluso frutas, este manjar es capaz de satisfacer cualquier antojo y deleitar hasta al paladar más exigente.
Hoy, 8 de abril, celebramos el Día Internacional de la Empanada, una oportunidad perfecta para reunirse con amigos y familiares alrededor de la mesa y compartir momentos de alegría y camaradería. No hay mejor manera de celebrarlo que deleitándonos con una variedad de estas delicias culinarias.
Las empanadas llegaron a América desde Europa, donde se comenzaron a elaborar mediante el mestizaje y la interacción de diversas culturas. La empanada de morocho es un claro ejemplo de esta fusión cultural. Conserva la forma y la técnica de las empanadas fritas, con una variedad de rellenos envueltos en masa, pero se distingue por estar elaborada con masa de maíz, un producto autóctono y originario de estas tierras, menciona Francisco Larco, chef y propietario de Santhorno Bar de empanadas.
En Ecuador, la elaboración de empanadas tiene un encanto especial que evoca recuerdos de nuestras abuelas amasando sobre las mesas, con un mazo de madera o incluso la infaltable botella de vidrio que, irónicamente, daba mejores resultados. Aquí, las preparaciones con harina, verde o morocho conforman la divina trinidad de las empanadas ecuatorianas.
Francisco Larco señala que en la Sierra las empanadas de morocho y de viento son un clásico arraigado, mientras que en la Costa predominan las de verde y de yuca. Sin embargo, según su experiencia, la empanada favorita en la Costa es la de verde, mientras que en la Sierra la preferida es la de morocho.
El chef comparte con nosotros la receta de las famosas empanadas de la calle La Ronda, ubicada en el centro histórico de Quito. Estas empanadas se caracterizan por las burbujas presentes en la masa frita, las cuales son obtenidas gracias al agua con gas incorporada en la preparación. Además, después de la receta, nos sumergiremos en una historia popular que evoca el espíritu de las empanadas.
Empanada de viento de la calle La Ronda
Ingredientes
- 400 gramos de harina
- 80 gramos de manteca de chancho
- 200 mililitros de agua mineral
- 12 gramos de sal
- 6 gramos de azúcar
Para el condumio
- 150 gramos de queso fresco
- 40 gramos de cebolla blanca
- 15 mililitros de achiote
Preparación
Para el relleno
- En una sartén prepara un refrito con cebolla blanca finamente picada y achiote, asegúrate de no quemarlo. Deja enfriar.
- Una vez frío, añade el queso desmenuzado al refrito y mezcla bien.
Para la masa
- En un recipiente combina todos los ingredientes de la masa y amasa fuertemente durante cinco minutos, hasta obtener una mezcla lisa y uniforme.
- Divide la masa en porciones de aproximadamente 60 gramos. La masa no requiere reposo.
- Con un rodillo, estira la masa sobre una superficie seca (sin necesidad de enharinarla o engrasarla). La masa estirada debe quedar muy fina.
- Rellena la masa con el refrito y sella los bordes aplastándolos firmemente para evitar fugas del relleno.
Para freír
- Calienta aceite en una sartén.
- Fríe las empanadas en el aceite caliente por ambos lados. Durante la fritura es importante bañarlas con aceite para lograr una masa llena de «viento», característica de las empanadas de la calle La Ronda.
- Coloca las empanadas en papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- Aprovechando que están calientes, espolvorea azúcar blanco sobre las empanadas.
La Virgen de la empanada: entre historia y gastronomía
En Quito de principios del siglo XVIII, entre 1705 y 1710, un ciudadano boliviano llamado Cristóbal de Cevallos, conocido en la comunidad, decidió celebrar su cumpleaños con una reunión especial. Durante este festivo encuentro se ofrecieron empanadas a los invitados, aunque la variedad, si eran de viento o de morocho, se pierde en el recuerdo.
Sin embargo, lo que marcó esta ocasión no fueron solo las delicias culinarias, sino un hecho extraordinario que se cuenta. Mientras disfrutaban de la fiesta, al servirle una empanada a Cristóbal, algo sorprendente sucedió: en la servilleta sobre la que descansaba su bocado apareció una imagen, tal como él describiría después, idéntica a una Virgen.
Este fenómeno desató un fervor entre los presentes y pronto se corrió la noticia por toda la ciudad. Impulsado por la fe y la influencia que tenía en la comunidad, Cristóbal organizó procesiones durante varios días y proclamaba el evento como un auténtico milagro. A pesar de ello, ante la creciente exaltación, el obispo de Quito de entonces, Diego Ladrón de Guevara, se vio obligado a intervenir emitiendo un comunicado para frenar lo que consideraba una creencia exagerada y sin fundamentos sólidos en la Virgen de la empanada. Y así quedó esta historia, tal vez poco contada y conocida por pocos. (I)
María F. Salas
Joven periodista apasionada por la profesión y amante de la repostería. Explora el mundo de las cocinas para crear historias deliciosas que fusionen su pasión por la escritura con su amor por los sabores.