Platos Ecuatorianos
A la hora del hambre, un sánduche de chancho nunca falla
No hay alguien que no haya comido este delicioso piqueo que llena el estómago como un plato fuerte, pues en cualquier lugar de Guayaquil es fácil encontrar un sitio en el que se pueda “matar el antojo”.
Alexandra Zurita
Fue en el centro de Guayaquil, en las calles Escobedo y 9 de Octubre, donde se vendió por primera vez y en un kiosco lo que conocemos como sánduche de chancho. Era 1943, y se le llamaba butifarra, porque la fuerte influencia catalana que había en la ciudad le puso ese nombre por su parecido a una preparación de dichas tierras españolas. Así lo cuenta el historiador Rodolfo Pérez Pimentel en un artículo de Diario EL UNIVERSO.
Se hacía colocando láminas muy finas de carne de las piernas de cerdo horneadas en leña en un pan suave, con algo del jugo de su cocción, lechuga y cebolla colorada encurtida en agua, azúcar y limón. Y muy pronto en tiendas, kermeses y ferias se empezó a vender y a hacerse popular. La idea de poner un poco del ya famoso hornado en un pan fue un éxito y perdura hasta hoy.
Un piqueo para todos
En lugares de la Sierra de Ecuador, lo que conocemos como sánduche de chancho es llamado sánduche de pernil, muy tradicional en Quito y con tomate y ají como ingredientes que lo diferencian de la versión guayaquileña. También hay muchos negocios que le añaden mayonesa y suelen usar pan baguette o pan de agua, a elección del cliente.
Además, como bebida para acompañar lo ofrecen con jugo de mora, de guayaba, de tomate de árbol, con café caliente o con gaseosa de mora. En Guayaquil, en cambio, los comensales piden una gaseosa negra “bien helada” para tomar junto a su sánduche de chancho al que ellos agregan ají a su gusto. Y aquí el pan enrollado es innegociable.
De los tradicionales kioscos que empezaron a vender este popular piqueo callejero, la oferta se ha ampliado a comedores populares, cafeterías, restaurantes y locales diversos. Sin embargo, caminar por el centro de Guayaquil permite encontrar esta deliciosa alternativa gastronómica casi en cada esquina. Otros barrios de la ciudad también cuentan con sus sitios preferidos para comerlo.
En sus orígenes, el sándwich era comida de las clases altas y nobles de Inglaterra y con la revolución industrial llegó a las clases populares.
A Ecuador, es posible que llegara con los migrantes ingleses en la segunda mitad del siglo XIX. Un siglo más tarde el sánduche de chancho hizo su aparición y desde entonces estudiantes, ejecutivos, amas de casa, transeúntes… todos se han detenido en algún momento a comer uno, no solo por su buen sabor, sino también por su precio accesible y por su efecto saciante.
En el Puerto Principal hay lugares de venta muy tradicionales y con varias décadas, como El Gato (García Avilés y Clemente Ballén), El Chino (El Oro y Chile), la carretilla Don Lucho (Olmedo y Cacique Álvarez, en la Bahía), Sánduches El Cantinflas Guayaco (Chimborazo y Sucre), Sánduches Don Pepe (Ximena y Urdaneta) y muchos más.
Aunque el sánduche proviene de China o del Medio Oriente, la preparación como tal se hizo conocida por John Montagu, IV conde de Sandwich, un noble inglés del siglo XVIII, quien al trabajar y jugar cartas pedía que le llevaran pedazos de carne entre dos rebanadas de pan para alimentarse sin moverse de su lugar. La idea se popularizó y la gente pedía “lo de Sandwich” y luego solo un sándwich. (I)
Alexandra Zurita
Periodista con más de 20 años de experiencia, 10 de ellos en contenidos gastronómicos. Sin recetas secretas frente al teclado, escribir nunca supo tan bien como ahora.