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Calidez en cada sorbo: así es el canelazo ecuatoriano
Es una bebida ecuatoriana tradicional de la Sierra. Se la prepara mezclando agua con canela, azúcar y aguardiente. Es ideal para las noches frías o cuando llueve.
María F. García
¿Sabías que el canelazo es como el amigo fiel en las montañas de Ecuador? Nadie sabe realmente de dónde salió esta bebida, pero el historiador Javier Gómez Jurado dice que probablemente fue durante la época colonial.
En los años 60 y 70 se hizo famosa esta bebida, en especial porque calentaba las noches frías.
Aunque su origen es un misterio, una cosa es segura: el canelazo es una tradición ecuatoriana que se debe probar. Hoy te mostraremos cómo disfrutar de esta bebida desde la comodidad de tu hogar.
Ingredientes
- 2 ramas de canela grandes
- 2 unidades de anís estrellado
- Aguardiente (al gusto)
- 4 naranjillas grandes
- ½ taza de panela (4 bancos pequeños)
- 2 litros de agua
Preparación
- Llevar a ebullición el agua para infusionar la canela y el anís durante 20 minutos.
- Retiramos las ramitas de canela y anís. Agregamos la naranjilla picada junto con los trozos de panela. Hervir otros 20 minutos.
- Luego separamos la naranjilla y la mezclamos en la licuadora junto con una taza de agua saborizada. Licuamos.
- Colamos el contenido restante de la olla y el licuado de naranjilla para eliminar cualquier residuo de fruta.
- Como toque final, puedes añadir aguardiente según tu preferencia.
Hablando de tradiciones
¿Sabías que el compositor riobambeño Gerardo Arias Arias compuso una canción llamada El canelazo, que cuenta la historia de un hombre tratando de ahogar sus penas en esta bebida?
La comida y las bebidas son una parte fundamental de la cultura de Ecuador.
Sabor te presenta y te recuerda estas delicias que tiene Ecuador y que son parte de su gastronomía e identidad. (I)
María F. García
Joven periodista apasionada por la profesión y amante de la repostería. Explora el mundo de las cocinas para crear historias deliciosas que fusionen su pasión por la escritura con su amor por los sabores.