Platos Ecuatorianos
Los dulces tradicionales de la Sierra que se apoderan de estas fechas festivas
Los pristiños, los buñuelos y los turrones tienen mucha historia a sus espaldas y, sin embargo, están más vigentes que nunca. Aunque se consumen todo el año, es en estas celebraciones cuando más brillan en las mesas ecuatorianas.
Alexandra Zurita
La temporada navideña en la Sierra ecuatoriana se llena de sabores únicos y tradiciones que se transmiten de generación en generación. En medio de las fiestas, tres delicias se destacan como auténticos embajadores culinarios de la región: los pristiños, los buñuelos y los turrones. Con su propio viaje gastronómico a través de la historia, nadie se resiste a estos irresistibles manjares en las celebraciones de diciembre.
Estos no son simplemente dulces, son la materialización de la historia, la tradición y la conexión entre generaciones. Cada bocado cuenta una historia que se renueva en cada fiesta navideña y de fin de año, creando recuerdos que perduran en el tiempo.
Pristiños: la magia de la masa frita
Estos dulces son el resultado de la fusión entre la herencia española y las raíces indígenas del Ecuador. La receta original llegó con los colonizadores, pero con el tiempo se ha adaptado a los ingredientes locales y técnicas de cocina autóctonas.
La masa es una mezcla de harina, levadura, vainilla, sal, agua, anís y panela, y se estira y corta en formas geométricas antes de sumergirlas en aceite caliente. Son una especie de anillos que se asemejan a la corona de espinas que usó Jesús en su camino al calvario.
La palabra pristiño es un vocablo ecuatoriano que no consta en el diccionario y que se origina del “pestiño”, un dulce navideño o de Semana Santa, típico de Andalucía y otras zonas de España, hecho con masa de harina, frito en aceite de oliva y pasado por miel, también conocido como “frutas de sartén”.
En la Sierra, se elaboran con gran cariño y son el alma de las fiestas navideñas. Cada familia tiene su propia versión secreta de la receta. Con su aroma a anís y su textura crujiente, los pristiños son compartidos con amigos y familiares en las novenas y en las celebraciones familiares.
En Quito, al igual que en muchas ciudades de la Sierra, los pristiños se elaboran durante todo el año, pero completan las cenas de esta época. En Ambato, en la Plaza Segunda Constituyente, desde hace más de cincuenta años se realiza la Feria de los Pristiños desde Navidad hasta Año Nuevo, donde varias decenas de comerciantes ofrecen pristiños con miel a las miles de personas que llegan al lugar como una tradición.
Buñuelos: bolitas de sabor y tradición
Tienen sus raíces en la tradición culinaria de España, pero han evolucionado con un toque ecuatoriano único. La masa, hecha con harina de maíz o trigo, se mezcla con huevos, queso y –a veces– yuca para crear una textura esponjosa. Se hacen unas bolitas que se fríen hasta alcanzar un tono dorado.
Se sabe que los buñuelos datan de hace unos dos mil años en países como Turquía, Marruecos y Egipto, donde se comían bolitas hechas de masa frita con miel. En las culturas mesoamericanas, como aztecas y mayas, también se consumía una preparación similar hecha con maíz o frejol, que se cambió a harina de trigo con la llegada de los españoles.
Los buñuelos se han convertido en un clásico de las celebraciones navideñas en la Sierra ecuatoriana y su presencia es casi obligatoria. Se sirven espolvoreados con azúcar impalpable y suelen acompañarse con miel de caña o melaza.
Turrones: el toque dulce de la Navidad
Aunque su origen es español, los turrones han encontrado un hogar en la mesa navideña ecuatoriana. Estos pequeños bloques de almendra, miel, azúcar y obleas se remontan a siglos atrás y han sido adaptados por diversas culturas.
En la Sierra ecuatoriana, la receta suele incluir nueces, miel de abeja y frutas secas, y son el epílogo de las comidas navideñas. Con frecuencia se comparten como regalos entre amigos y vecinos, simbolizando los dulces deseos para el año nuevo.
Los turrones artesanales, elaborados con ingredientes locales, destacan la riqueza de la biodiversidad ecuatoriana. (I)
Alexandra Zurita
Periodista con más de 20 años de experiencia, 10 de ellos en contenidos gastronómicos. Sin recetas secretas frente al teclado, escribir nunca supo tan bien como ahora.