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Botellas reutilizables: aliadas del medioambiente, ¿peligrosas para la salud?

Quien ha incorporado a su vida botellas o termos no descartables para su consumo diario de agua ayuda mucho al ecosistema, pero si no tiene en cuenta algunos detalles podría estar poniendo en riesgo su organismo.

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Alexandra Zurita

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Tras años de campañas de concienciación, una parte de la población ha entendido la importancia de llevar un estilo de vida más sostenible, pero pocos se detienen a pensar que la tendencia ecoamigable de usar botellas de agua y termos reutilizables puede ser perjudicial para la salud cuando se ignora el material del que está hecho el recipiente, si el líquido en su interior es el más idóneo y si la limpieza que se le da es suficiente y correcta.

Puede parecer extraño, pero hay personas que lavan su termo o botella de uso diario solo una vez a la semana o, incluso, una vez al mes

El material 

El mejor tipo de botella es la de cristal porque es fácil de limpiar, reciclable y no reacciona al contacto con alimentos, por lo que el agua no adquiere ningún sabor distinto. En contra tiene su peso y fragilidad. Para esto último muchas marcas les están incorporando una funda o cubierta de silicona. 

Otra buena opción son las botellas de acero inoxidable, pues son resistentes, duraderas, fáciles de limpiar y mantienen las bebidas frías y calientes por más tiempo. También lo son las de silicona porque no contienen químicos dañinos. 

Las de aluminio son muy buscadas por ser ligeras y su precio económico, pero pocos saben que después de algunos usos el agua suele empezar a tener un sabor metálico, ya que el aluminio es un metal que reacciona a ciertos líquidos. Además, con el tiempo el revestimiento del interior se pierde y desprende sales de aluminio. 

Las más populares son las botellas de plástico por su practicidad y buen precio, aunque lo más importante es cerciorarse de que sean libres de BPA, un compuesto químico de los plásticos que afecta la salud

El interior de una botella de agua, un lugar húmedo y oscuro, es el ambiente perfecto para gérmenes, moho y hongos, por eso las botellas deben lavarse bien después de cada uso, sin importar de qué material esté hecha la botella.  

El líquido 

Generalmente, los termos son usados para transportar agua, pero algunos los usan para café frío y caliente, jugos, bebidas energéticas y más. Hay que saber que no todos los materiales reaccionan bien con todos los líquidos y eso podría ser perjudicial para la salud a largo plazo. 

Por ejemplo, los termos de aluminio no deben ser usados con bebidas ácidas, como los jugos, y los líquidos calientes frecuentes ocasionan que las botellas de plástico se degraden con más rapidez. El vidrio y el acero no tienen problemas en este sentido. 

Cuando las botellas o termos tienen tapas de rosca, tapones con ranuras complicadas o sorbetes, es mejor un cepillo especial para limpiar esos espacios, el fondo de la botella y el interior del sorbete. Mejor si se hace con agua muy caliente y se deja secar al ambiente. 

La limpieza 

Esto es quizás lo más importante porque las botellas son tan fáciles de llenar y rellenar, que muchos se olvidan de lavarlas. Y hacerlo bien, pues no solo se trata de hacer un ligero enjuague, sino de limpiarlas una vez al día con agua y jabón y dejarlas secar al ambiente; y una vez a la semana frotarlas con cepillo y dejarlas remojando con cloro o lejía, así no solo se limpian, sino que también se desinfectan. La contaminación bacteriana de las botellas no es solo por el agua, sino por los microorganismos que provienen de la boca, manos y del ambiente. 

Según una investigación de WaterFilterGuru.com (en inglés), una web que tiene la misión de ayudar a los consumidores a encontrar información, productos y soluciones para abordar sus necesidad de calidad de agua, la cantidad de bacterias y gérmenes presentes en las botellas reutilizables es mucho mayor que la de otros artículos domésticos, como el lavadero de platos, el plato de comida de una mascota y hasta el asiento del inodoro. 

Esta mayor presencia de suciedad y bacterias puede causar infecciones resistentes a los antibióticos y la de bacilos, problemas gastrointestinales y otros de salud.  El estudio revela también que las botellas con tapa rosca son las que concentran más bacterias y que hay que tener mucho cuidado con los sorbetes que por falta de higiene adecuada son un gran foco infeccioso. 

El estudio revela, además, que solo el 60 % de los encuestados dice que limpian sus botellas a diario y que el 10 %, solo unas pocas veces al mes. La limpieza frecuente debe ser más cuidada si se está enfermo o si las botellas se llenan con otros líquidos distintos al agua. 

Una botella de agua reutilizable tiene 40.000 veces más bacterias que el asiento de un inodoro y cinco veces más que el mouse de una computadora. El sorbete de un termo puede tener 14 veces más bacterias que el plato de comida de una mascota, y una botella de agua con pico tiene tres veces más bacterias que el lavadero de una cocina. 

Fuente: WaterFilterGuru.com

¿Y las botellas plásticas convencionales?

A veces compramos una botella de agua y la rellenamos varias veces con la idea de aprovechar el envase. Así, hay quienes tienen botellas en sus bolsos, carros y escritorios por días, semanas y meses. Aunque esos recipientes se laven con frecuencia, lo mejor es no usarlos de esa manera. Son botellas diseñadas para un solo uso. 

El plástico es un material poroso en el que se acumulan microorganismos y cuando se degrada desprende micropartículas dañinas para la salud. Entre ellos está el BPA que puede tener efectos negativos en el cerebro, aumento de presión arterial, diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular. No es algo que ocurrirá por hacerlo una vez o dos, pero es distinto si es una práctica habitual, ya que tendrá efectos a largo plazo. 

La Asociación Internacional de Agua Embotellada dice que el agua embotellada debe mantenerse en las mismas condiciones en que se conservan otros alimentos. Sin embargo, cuando se trata de botellas de agua las dejamos almacenadas por mucho tiempo o permitimos que se calienten al sol, algo que hace que una mayor cantidad de químicos pasen al agua. (I)

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Alexandra Zurita

Periodista con más de 20 años de experiencia, 10 de ellos en contenidos gastronómicos. Sin recetas secretas frente al teclado, escribir nunca supo tan bien como ahora.

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