Rutas del Sabor

Cinco carretillas de comida rápida para degustar una verdadera jama

La Ruta de la Jama llegó de la mano de: El Negro & el Gordo, Rey Papa, Hanz, Bon Appetit y Moe’s, lugares perfectos para comer al aire libre.

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María F. García

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Sentados en la vereda, en pequeños bancos o en cualquier otro asiento improvisado, así es la esencia de comer en una carretilla, donde el cielo es el techo. Las carretillas en Guayaquil son muy populares y son prueba de que la gastronomía de la ciudad es única y deliciosa.

Sabor no podía dejar pasar la oportunidad de descubrir los mejores lugares para “pegarse un agachadito“ como debe ser. Así nace la Ruta de La Jama, que nos dejó una cosa clara: la comida callejera no tiene por qué ser simple. De hecho, algunas carretillas han evolucionado y han adaptado sus puestos a locales para que la gente disfrute de la comida rápida, pero ahora con un poco más de comodidad.

En Guayaquil, la comida callejera tiene un sabor único que encanta tanto a locales como a visitantes. Desde hamburguesas hasta bandejitas, esta oferta culinaria refleja la diversidad de ingredientes y sazones que forman parte del legado gastronómico de la ciudad. Cada local tiene su propio estilo y especialidad, pero todos comparten el mismo objetivo: ofrecer comida deliciosa con el toque casero que caracteriza a los agachaditos.

El Negro & El Gordo

Hablar de historia es hablar de El Negro & El Gordo, ese típico local, en Urdesa, en el que muchos han terminado sus farras en la Víctor Emilio Estrada con una buena bandejita o con el famoso taco de don Rafael Gómez, su propietario.

Rafael cuenta que su local, con más de 30 años de trayectoria, se ha convertido en un referente para todos los que pasan por su negocio. «Mi negocio es nocturno, y la gente que sale de fiesta es la más fiel«, dice con orgullo este guayaquileño.

Rafael Gómez, propietario de El Gordo & El Negro. Foto: Adrián Salazar

El local, que antes permanecía abierto hasta las 07:00, ahora cierra a las 02:00 debido a las circunstancias actuales. En El Negro & El Gordo, la oferta gastronómica es amplia, con opciones que incluyen bandejas, tacos, hamburguesas e incluso un menú vegano, en el que resalta el sánduche vegano con carne de soya, pan y vegetales por $ 3,75.

Entre los favoritos de los clientes, Rafael destaca la tradicional bandejita completa (pollo, lomo, choclo, tocino y salsas a elección) por $ 5,50. También menciona que sus tacos, introducidos en esta zona por ellos, se han convertido en otros de los platos preferidos. “Dicen que mis tacos son los mejores porque tienen un sabor diferente, pero eso dicen“, bromea Gómez.

Los tacos El Negro & El Gordo se ofrecen en tres presentaciones: taco sencillo ($ 3,60), taco mixto ($ 4,00) y taco completo ($ 7,60).

Ubicado en Víctor Emilio Estrada 908, entre Ilanes e Higueras, frente al Chifa Amistoso y junto a la pizzería El Hornero, El Negro & El Gordo abre de lunes a miércoles hasta las 23:00 y de jueves a sábado hasta las 02:00. Los domingos cierra a las 23:00.

Rey Papa

En 2023, Rey Papa llegó al sector de la Alborada con la visión de hacer algo que marcara la diferencia entre su carretilla de comida rápida y las demás. Su enfoque fue preparar la salchipapa con un toque especial, agregando ingredientes como tocino, panceta, camarones o su carne a la pimienta.

No se trataba solo de presentarla como comúnmente se hace, sino de hacerla resaltar con la panceta. La originalidad de Rey Papa le permitió tener una buena acogida en el mercado y demostró que la comida de una carreta puede ser deliciosa, de calidad y con opciones variadas.

Kingcharrón, su salchipapa más vendida. Foto: Adrián Salazar

Este negocio surgió de los recuerdos de la niñez de su propietario, ya que su madre lo llevaba a degustar comida rápida en la Alborada. Ahora, tener su propio emprendimiento le genera un sentimiento de nostalgia. Su deseo es que las personas logren reconocerlo por su creatividad y enfoque único, algo que considera fundamental en su trabajo.

Entre las opciones más vendidas está su kingcharrón, que incluye queso mozzarella derretido, chicharrón de panceta crocante, maduros fritos y guacamole, todo por $ 6,00. Esta salchipapa fue creada tras escuchar a su clientela, ya que lo que más le gusta a un guayaquileño es el chicharrón, especialmente si es crocante.

Los nombres de sus platos son llamativos, con opciones como tociking, costiking, clasiking e incluso la malvada, que incluye camarones. Estos nombres atraen tanto a quienes ya han probado su sazón como a los nuevos comensales, lo que ofrece una experiencia única en cada bocado.

Rey Papa ha sabido entender a sus clientes y ha abierto recientemente un local pickup (para llevar) donde las personas pueden hacer sus pedidos con mayor comodidad y así evitar largas filas. Ofrece entregas a través de Uber y Pedidos Ya, y su local está ubicado en la Alborada 3.ª etapa, en la calle José María Egas, antes de llegar a la Francisco de Orellana.

Sus precios van desde los $ 2 hasta los $ 8. La carretilla donde se disfruta de sus deliciosos platos, con banquitos para vivir la verdadera experiencia del agachadito, está ubicada en la Alborada 4.ª etapa, en José María Egas, diagonal a la iglesia católica Nuestra Señora de la Alborada, junto a Pharmacys. Atiende de martes a domingos, desde las 18:00 hasta las 24:00.

Hanz

En 1996, Marcos Hanz Murrieta decidió aventurarse al instalar una carretilla de comida rápida en la avenida Rodolfo Baquerizo Nazur, cuando el tráfico en la zona aún era escaso. “Nosotros fuimos los que trajimos las carretas a este lugar. Aquí no había nada, todo era monte, eras técnicamente un faro”, recuerda Hanz, quien al principio salía de su antiguo trabajo, recogía los alimentos en casa y se dirigía a venderlos.

Con el tiempo, el área donde se estableció comenzó a llenarse de más locales y por motivos de fuerza mayor se reubicaron. Hoy, su icónico quiosco se encuentra en la Alborada 12.ª, en la esquina de la clínica Kennedy. Empezó ofreciendo chuzos, choclos y hamburguesas y, con el paso de los años, se incorporaron hot dogs y tacos al menú.

Marcos Hanz Murrieta, junto a su hija, Christell Murrieta. Foto: Adrián Salazar

Hace poco más de un año, Hanz decidió abrir un local donde sus clientes pudieran disfrutar de sus platos con más tranquilidad. “La gente me decía: ‘Hanz, estoy dando vueltas y no encuentro dónde comer. Abre un puestito más, haz algo más allá’”, cuenta Hanz. Así, su quiosco con 28 años de trayectoria se expandió al Albocentro 3, locales 13 y 14. Todos los días está abierto desde las 17:00, y el horario se extiende hasta las 03:00 los viernes y sábados, mientras que los domingos cierra a medianoche.

“Yo tenía dos años cuando mi papá empezó con su negocio. Recuerdo cómo llegaba cansado de su trabajo y, aun así, se iba con su bandeja llena de comida para seguir trabajando”, comenta Christell Murrieta Grana, hija de Hanz.

Este esmeraldeño se destaca por su carisma, su pasión al atender a los clientes y sus platos, como las populares bandejitas, que vienen en tres presentaciones: Hanz, BBQ con costillas y la ahumada, todas por $ 6,00. También se ofrecen tacos mixtos de lomo y pollo a $ 3,50, y el taco Hanz, que incluye frejol, carne, pollo, chorizo cuencano y ranchero, por $ 4,00.

Además, los chuzos, choclos y sánduches van desde los $ 2,00. Personas de todas partes, incluso de Samborondón, acuden a Hanz para disfrutar de sus especialidades. “No cierro mi quiosco porque a la gente le gusta comer así, en la vereda o en bancos, ellos disfrutan la experiencia”, confiesa el propietario.

Las salsas, como la mayonesa, chimichurri y cebolla colorada con yerbita, todas hechas a mano, complementan perfectamente cada plato. “Están ahí hasta que usted se abombe”, bromea Hanz.

Bon Appetit

Danny Alarcón, chef y propietario de Bon Appetit, ha logrado combinar la esencia de la comida chola, callejera y guayaca con un toque gourmet. Su historia comenzó con una carreta fuera de su casa y unas pocas mesas recicladas de rollos de cables. 

Después de un tiempo, logró abrir su primer local en la Francisco Segura, entre la 22.ª y la 23.ª (pasando el puente de la A), pero poco después comenzó la pandemia y tuvo que cerrar temporalmente. “Ya luego, cuando la situación mejoró, volvimos a salir al aire”, relata Danny, demostrando que no fue fácil iniciar en el competitivo mercado de la comida rápida.

Danny Alarcón, chef y propietario de Bon Appetit. Foto: Adrián Salazar

Bon Appetit ha ganado reconocimiento no solo por la calidad de sus productos hechos artesanalmente, sino también por los precios justos que ofrece. Desde pequeño, Danny sabía que su futuro estaría ligado a la gastronomía: “Tuve un sueño en mi niñez de que el primer local que tendría llevaría el nombre Bon Appetit y nunca olvidé eso”, comenta al hablar sobre el origen del nombre.

El arte, los tatuajes, la buena música y la vieja escuela son parte de la identidad de Danny y su negocio. Lograr que la comida guayaquileña tenga un toque especial es uno de sus principales objetivos. Por eso, además de ofrecer platos de calidad, se enfoca en la presentación visual y en el uso de ingredientes de primera.

Entre sus platos más destacados está la hamburguesa la chola, a $ 6,00, que incluye carne de res, longaniza de cerdo artesanal, mozzarella, huevo frito y papas artesanales, todo en pan brioche. “Los panes de mis hamburguesas los hago yo mismo”, subraya Danny.

El menú también incluye tacos mixtos por $ 4,00 y tacos de costilla por $ 6,50. Además, su moro completo, a $ 7,00, viene con una mezcla de refrito, queso y ensaladas, junto con una pechuga de pollo, lomo, chorizo y tocineta ahumada. Para acompañar, Danny ofrece un refrescante jugo de naranjilla con canela y romero.

Bon Appetit atiende en el norte en su local de Villa Bonita, mz. 5225 solar 24 (calle principal) de viernes a domingo de 19:00 a 23:00, mientras que en el sur lo hace de miércoles a domingo de 18:00 a 23:00. “La cocina ecuatoriana debe ser explotada desde lo callejero, realzándola con elegancia y productos de calidad”, enfatiza Danny.

Moe’s

Moe’s es gestionado por Janneth Murillo y su esposo, David Montenegro, quien lleva más de 30 años en el negocio de la comida rápida. Ubicada en Alborada 3.ª etapa, José María Egas y Zapotillo, entre Almacenes Tía y la iglesia católica Nuestra Señora de la Alborada, su pequeña carretilla ha conquistado el paladar de los vecinos gracias a su sazón.

“La línea de mi esposo siempre ha sido vender hamburguesas y también almuerzos”, comenta Janneth, quien ha acompañado a David por más de diez años en este camino. A pesar de llevar poco tiempo con la carreta, la aceptación ha sido muy positiva y ha logrado fidelizar a muchos clientes.

Janneth Murillo, propietaria de Moe’s. Foto: Adrián Salazar

El mensaje que promocionan es claro: “Come donde Moe’s“. Entre sus productos, la hamburguesa completa, vendida a $ 3,50, es una de las favoritas. “Llevamos un mes en la Alborada y quienes prueban nuestras hamburguesas siempre regresan por otra”, dice Janneth. Los precios van desde $ 2,00 hasta $ 5,00 por su big mac, que incluye doble carne, queso y tocino.

Además de hamburguesas, Moe’s ofrece pinchos, chuzos, choclos y bandejitas. Atiende de lunes a jueves de 17:30 a 24:00, y los viernes y sábados hasta las 02:00.

Conozca aquí las ubicaciones de la Ruta de la Jama

La Ruta de la Jama concluye aquí, con estos cinco locales listos para recibir a sus clientes, tanto fijos como nuevos, y deleitarlos con el auténtico sabor de la comida guayaca, que sabe aún mejor cuando se disfruta en una carretilla.

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María F. García

Joven periodista apasionada por la profesión y amante de la repostería. Explora el mundo de las cocinas para crear historias deliciosas que fusionen su pasión por la escritura con su amor por los sabores.

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