Mocktails: cócteles sin alcohol, pero divertidos

¿Qué tienen en común los abstemios, las embarazadas, los conductores designados y las personas que no beben alcohol? Pues que muchas veces cuando están en una fiesta o reunión social sus bebidas se limitan al agua natural o mineral, a las gaseosas o a los jugos. Y cuando esto se repite con frecuencia puede ser aburrido. 

Justamente para esas personas y para aquellos que simplemente quieren evitar los excesos y cuidar su salud consumiendo menos azúcar, aparecieron a inicios de este siglo los mocktails, cócteles que no incluyen bebidas alcohólicas, pero que tienen la misma apariencia que los cócteles de siempre y con un gran sabor. 

La palabra mocktail, que viene del inglés, es la combinación de mock –que significa imitación, sustituto, parodia– y cocktail. Con el paso del tiempo han ido ganando popularidad y, con ello, el ingenio y talento de los cantineros se ha puesto a prueba y han logrado desarrollar infinidad de “mócteles” y con una gran combinación de sabores y una buena estética con copas de diseño y hielos de formas diferentes. 

No es lo mismo ni es igual 

No hay que confundir mocktail con cócteles vírgenes, pues son dos cosas distintas. Los cócteles vírgenes replican la receta original de los cócteles tradicionales, pero no se les agrega alcohol, mientras que los mocktails son de receta original y pensadas desde su origen sin alcohol. 

Además, muchos de ellos incorporan técnicas de preparación similares a las de cocina, sobre todo en bares y restaurantes que han desarrollado seriamente este aspecto de la coctelería. 

La mixología sin alcohol se caracteriza por ofrecer bebidas hechas con frutas, gaseosas, hierbas, flores, esencias, especias, cremas, jarabes y hasta los tan famosos “superalimentos” (cúrcuma, bayas, matcha, etc.) y con presentaciones de gran atractivo que permiten consumir opciones mucho más saludables.

Es difícil dar ejemplos de mocktails “famosos” o “tradicionales” en su sentido más estricto, pues son creaciones únicas de sus autores, pero sí se pueden mencionar otros cócteles sin alcohol que son más conocidos, como la nana colada (piña colada con jugo de piña, leche de coco y un toque de leche condensada), el San Francisco (jugo de naranja, limón, piña, durazno y granadina, con mucho hielo) o el virgin Mary (la versión sin alcohol del muy conocido bloody Mary). 

Algunas alternativas de mocktails podrían ser: 

• Frozen apple margarita, con jugo de manzana gasificado en lugar de tequila.
• Sangría de cranberry, con jugo de arándanos en lugar de vino tinto, complementado con semillas de granada. 
• Nojito, con agua gasificada, jarabe de agave y menta fresca para hacer un mojito sin alcohol.