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Rosca de Reyes, el manjar que cierra las fiestas navideñas y cuya tradición ha trascendido fronteras
El 6 de enero se recuerda la llegada de los Reyes Magos a Belén para visitar al Niño Jesús. Esta tradición cristiana se celebra con una popular rosca de pan que se comparte con familiares y amigos y se acompaña con alguna bebida especial.
Alexandra Zurita
Sus raíces están en la celebración cristiana de la Epifanía, que conmemora la visita de los Reyes Magos al Niño Jesús. Se trata de la famosa rosca de Reyes, un manjar que ha trascendido las fronteras y las culturas, y ha encontrado su lugar en la rica gastronomía ecuatoriana.
La tradición de compartir la rosca en esta fiesta se remonta a la Edad Media en Europa, donde se elaboraban dulces circulares adornados con frutas secas y confites. A Ecuador llegó, como a otros países de Latinoamérica, como producto de la conquista española y con el tiempo se ha convertido en una tradición arraigada, fusionando los elementos autóctonos con la esencia de la festividad.
Una historia de muchos siglos
Se dice que el origen de la rosca estaría en el Imperio romano, donde se celebraba la llegada de los días más largos tras el solsticio de invierno, con fiestas en las que se elaboraban unas tortas redondas con higos, dátiles y miel.
Desde el siglo III, se adoptó una costumbre que en algunos sitios se replica hasta hoy en día: introducir en la preparación un haba seca que le tocaba a alguno de los comensales al repartir el pan. Esa persona era nombrada como rey de reyes.
Según una publicación de nueve siglos más tarde, en el reino de Navarra se designaba como Rey de la Faba al niño que encontraba el haba en el roscón, y en la zona de Granada se hacía en año nuevo una torta que contenía una moneda. Ambas tradiciones se han conservado por siglos.
España no es el único lugar europeo en que se hace la rosca. En Francia hay dos preparaciones similares según la zona: al norte se hace una preparación con masa de hojaldre rellena con crema de almendras molidas, azúcar, mantequilla y yema de huevo, llamada galette des Rois. Al sur, en cambio, hacen un bizcocho conocido con el nombre de gâteau des rois, couronne des rois, royaume des rois o coque des rois.
Preparaciones muy similares se hacen en Bélgica y Portugal, lugares en los que se suele aromatizar la masa con agua de azahar. Y en Latinoamérica, con la Conquista, la tradición llegó para quedarse.
En México, a diferencia de Ecuador, se conserva la costumbre de introducir algo en la rosca que le toque a alguno de quienes la comen. Ahora se usa una pequeña figura de cerámica o plástico resistente al calor con forma de un niño que representa a Jesús.
Para algunos, obtener la figura significa recibir bendiciones para sí mismo y para su familia, y para otros es símbolo de que quien la encuentra debe pagar esa rosca o la siguiente o encargarse de la celebración del 2 de febrero en que se recuerda el Día de la Candelaria.
Una rosca con significado
Aunque con el tiempo la receta de la rosca ha ido variando y se ha ido adaptando a cada lugar, la versión tradicional tiene su simbolismo ligado a la tradición cristiana.
- La forma ovalada o redonda de la rosca representa el amor infinito de Dios. Para unos pocos, es la corona que usaban Melchor, Gaspar y Baltazar.
- Las frutas confitadas y frutos secos son las joyas que los Reyes Magos le llevaron a Jesús en nombre del amor, la paz y la felicidad.
- El muñequito del interior simboliza al Niño Jesús cuando fue escondido por María y José durante la matanza de niños que mandó a realizar Herodes.
Una para cada gusto
En Ecuador, no hay una receta única para esta preparación que destrona al pan de Pascua tras la Navidad. Recorrer panaderías, cafeterías, supermercados y cuentas de Instagram de emprendedores nos dejarán ver que hay roscas de chocolate, de vainilla, con rellenos de manjar, de crema de avellana, de crema pastelera, café, coco, frutos rojos y más. También hay versiones con frutas confitadas, frutos secos, higos, chispas de chocolate y otros. Además de las opciones veganas, sin azúcar y sin gluten.
Muchos la acompañan con una taza de chocolate caliente, una copa de rompope, agua de panela o cualquier bebida que apetezca. Pese a que la tradición dicta que se coma el 6 de enero, muchos empiezan a hacerlo llegado el año nuevo y algunos antes de esa fecha.
Solo, en familia, con los compañeros de trabajo o como excusa para verse con los amigos una vez concluidas las agendas complicadas de las fiestas de diciembre, continuar la tradición de la rosca de Reyes en el día de la Epifanía no es solo perpetuar una tradición, sino también darle un broche de oro a las celebraciones del último mes del año.
En México se acostumbra comer la rosca en la merienda, acompañada de chocolate caliente o atole (bebida de maíz). Se la combina con miel, dátiles e higos. Antes se la decoraba con acitrón, un dulce cristalizado obtenido de un tipo de cactus, que se prohibió comer por el riesgo de extinción de la planta, por lo que se sustituyó por betabel, jícama o nopal. (I)
Alexandra Zurita
Periodista con más de 20 años de experiencia, 10 de ellos en contenidos gastronómicos. Sin recetas secretas frente al teclado, escribir nunca supo tan bien como ahora.