Aceite de oliva: una revolución saludable en la cocina ecuatoriana 

Lo que antes solía ser un aderezo para ensaladas es, hoy en día, un producto que va ganando terreno en la gastronomía local. El aceite de oliva, antes casi exclusivo para la clase alta por su elevado costo, ha ido evolucionando hasta convertirse en un ingrediente muy presente en diversas preparaciones, ganando terreno en los fogones y corazones de los amantes de la buena comida. 

Hasta hace algunos años, el aceite de oliva estaba reservado para platos gourmet, pero ahora se ha integrado a la cocina diaria de muchas familias. Desde salteados y marinados, hasta horneados y salsas, ha demostrado su versatilidad y capacidad para realzar los sabores de una amplia variedad de platillos. 

A nivel global, la industria de este aceite ha experimentado un crecimiento constante, impulsado por la creciente conciencia de los beneficios para la salud asociados a su consumo. En países mediterráneos como España, Italia y Grecia, el aceite de oliva es un pilar fundamental de la dieta, y esta tendencia se ha extendido a otras regiones del mundo. 

En Ecuador, el interés en el aceite de oliva ha ido en aumento, no solo porque la gente se preocupa más por su salud y por llevar una mejor alimentación, sino porque a raíz del Acuerdo con la Unión Europea que entró en vigor el 1 de enero de 2017, este producto se hizo más accesible gracias a la reducción de aranceles. 

Es así que la importación del aceite de oliva virgen y extra virgen se incrementó en un 316,69 % entre el año 2016 y 2022, según un estudio presentado por ICEX España Exportación e Inversiones, y publicado por la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Quito, en mayo de 2023. 

Sabores innovadores y alternativas saludables 

La industria del aceite de oliva se ha ido perfeccionando y esto ha llevado a la aparición de variedades de sabores únicos. Desde aceites infusionados con hierbas y especias hasta opciones con toques cítricos… productos que ofrecen experiencias gastronómicas únicas que amplían las posibilidades en la cocina. 

En el caso de las ensaladas verdes se pueden usar aceites de oliva con hierbas como albahaca o tomillo, mientras que en las ensaladas con frutas lo mejor son los aceites con limón o naranja. 

Para conseguir pastas aromáticas basta sazonar estas con un aceite de oliva infusionado con ajo y perejil o para una pasta fresca, un toque de aceite de oliva con limón y albahaca. 

Otras alternativas para preparar platos con aceite de oliva infusionado: 

• De romero y ajo para marinar pollo o carne a la parrilla. 
• De eneldo y limón para marinar salmón. 
• De romero y tomillo para cepillar las verduras antes de asarlas.
• De limón y pimienta para dar un toque fresco a las verduras. 
• De hierbas varias para preparar una vinagreta con mostaza y miel. 
• De limón y menta para un aderezo refrescante. 
• De ajo y albahaca o de limón y tomate para untar en tostadas o pan para hacer bruschettas. 
• De orégano y tomate seco para servir con queso feta. 
• De ajo para preparar un tapenade con aceitunas y alcaparras. 
• De vainilla y naranja para darle un toque diferente a los helados.
• De limón para incluir en la masa de galletas. 

Numerosos estudios respaldan las propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y cardiosaludables del aceite de oliva. Su consumo regular se asocia con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, el mejoramiento de la salud cerebral y la regulación del colesterol. (I)